
Sí, eso es... ¡¡soy un cactus!!
No es que sea verde y tenga pinchos pero como las rosas con espinas, si te acercas mucho te puedo picar con una de ellas.
Me cuesta dejar entrar a alguien en mi vida, especialmente cuando no soy capaz de entender porque esa persona se ha acercado a mi. Esa desconfianza se debe a las decepciones y desilusiones ya vividas pero con mi carácter, por suerte, ese miedo a volver a vivir lo mismo apenas se nota aunque si esté presente.
A veces es curioso como alguien que aparece de repente y sin sentido, alguien que sale del lugar más inesperado se va instalando poco a poco en el día a día y a base de detalles te demuestra que estará ahí llueva, truene o luzca un sol digno del Sáhara...
Solo me queda dar las gracias a tod@s esos valientes que se acercan a este cactus que muchas veces está perdido en su desierto particular donde nada ni nadie debería entrar pero donde los elegidos se están haciendo un hueco.
10 comentarios:
No todos podemos ser rosas, no? Algunos tenemos que ser diferentes. ;)
hay muchos valientes, sólo falta el que se acerque con el instrumento de jardinería adecuado para cortar cada pincho...y que, seguramente, llegará!
hay motivos que alejan y que acercan... y momentos para cada uno
Yo también.
Y además me gusta.
La soledad no está tan mal.
Besos con pinchos.
Mientras unos se lamentan porque las rosas tienen espinas, otros dan gracias que las espinas tengan rosas...
Y a pesar de todos los pinchos que pueda tener un cactus, florece una bella florecita!!!
Saludos...
Hay cactus que parecen rosas y hay rosas que parecen cactus, a primera vista. Lo complicado suele ser intuir las rosas y esperar a que florezcan...
Besos
Hola, es la primera vez que paso por aqui y me agrado mucho...espero volver pronto.
Saludos.
Gracias por comentarme en la entrada: "Demasiado humano" aunque el concepto que engloba es justamente eso, que una persona es tan humana al sentir, como si no lo hiciese. Es difícil de explicar...
Me gusta la entrada. Espero que no te decepcione el otro blog.
Habemos muchos captus, pero hay que dejar que el corazón viva pues roto está dolorido pero sin vida está muerto. Confia en ti
Un saludo.
Buscaba una fotografía en la red y encontré esta entrada.
Un poema preciso:
Autorretrato con púas (22 años)
Para Gigi
Soy
como los cactus
que cultivo
alto
seco
espinoso
frío
e hiriente
pero
maldición
no puedo
evitar
de vez en cuando
darte
desde mi centro
una flor amarilla
Óscar Limache
Publicar un comentario