Me dan ganas de gritar cuando despierto y no te veo.
Intento no pensar en que quizás, ayer, si me dieras el último beso.
Empiezo a temblar. No estás.
De repente se abre la puerta. Te veo y suspiro.
Olvido mis miedos. Me abrazas fuerte.
Soy débil pero ya sonrío. Si estás.
6 comentarios:
Ay que alegría cuando los miedos acaban en sustos pasajeros.buenos días.
Los miedos se diluyen en el calor de la compañía como el azúcar en el café.
Besos.
Sin miedo es complicado avanzar.
Se necesitan nuevas sensaciones para sentir que estamos vivos.
Es un alivio que el miedo se diluya y solo queden ganas de sonreír
Estar sola cuando no deberías estarlo hace que cada día sea más largo y añores lo que tan feliz te hace.
No te falta razón. .. si no nos proponemos retos nunca sabremos donde está el límite y si no sentimos miedo al intentar alcanzarlos no son retos
Publicar un comentario